jueves, diciembre 16, 2010

Do You Want To know a Secret?

Las filtraciones de Wikileaks, y en concreto, la información referida a Julian Assange, presidente de la fundación, inundan los periódicos nacionales e internacionales cada día desde que se produjese lo que algunos consideran ya ‘la mayor filtración de información de la historia’ conocida ya también como el ‘Caso Cablegate’


Es curioso que un fenómeno de tal alcance, propiciado por el desarrollo de las nuevas tecnologías haya roto con la verdadera funcionalidad que deseó EEUU cuando creó la red ARPA, de la cual surgió posteriormente Internet, que no tenía mayor misión que la de proteger la información militar estadounidense ante un posible ataque ruso en el año 1969.

En España el diario encargado de desvelar los cables ha sido El País,en un principio otros diarios, como el Mundo y quizás por cuestiones de rivalidad no informaron demasiado acerca de este escándalo al que finalmente se han rendido tras la detención de Julián Assange, fundador de la organización sin ánimo de lucro Wikileaks, y actualmente máximo responsable identificado.

Países como China, Francia y EEUU, ya en agosto prohibieron esta página en sus respectivas redes, promoviendo la censura de unas informaciones que no son más que la pura realidad de unas relaciones entre Estados, ocultas por el bien de ellos mismos y no siempre por el bien de la sociedad.

El debate se abre ahora entre los partidarios de que este tipo de organizaciones continúen trabajando frente a todos los que creen que se trata de un atentado contra los servicios secretos de los distintos países que no se debería de permitir.

Lo cierto es que en ocasiones muchas de estas filtraciones podrían hacer peligrar las relaciones internacionales entre los distintos países, es por ello que numerosos gobiernos están estudiando ya desde hace meses para mejorar las comunicaciones que hacen posible el intercambio de información entre su ejército, sus funcionarios etc. sin que éstas corran la misma suerte que los ‘Papeles del Departamento del Estado’.

Sin embargo, quizás en lugar de intentar centrarse en mejorar las comunicaciones para elevar el secretismo de sus actuaciones, deberían plantearse trabajar de una forma más transparente hacia un público como es la ciudadanía que cada vez necesita de una información más veraz, contrastada y realista que no siempre esté ‘suavizada’ por la censura real que existe en cuestiones gubernamentales.

Además, no sólo estaría bien que primara dicha transparencia, por la cual todos estuviéramos al tanto de temas tan trascendentales como que las misiones de paz, son guerras encubiertas, y que nuestros soldados en general, no van a ‘repartir saquitos de arroz’ sino que, los actos que realizase un estado fuesen de tal corrección que, de filtrarse la información, no escandalizaran a la población de la forma que lo ha hecho Wikileaks en los últimos meses.

De todos modos no hay que olvidar un pequeño pero importante factor, y es que pese a que sentimos que la verdad está alcanzando las cotas más altas con ese caso de ‘Cablegate’, son los periódicos ahora mismo los que están ejerciendo su función de ‘gatekeeper’ de dichos cables, por lo que, en realidad, no se sabe hasta qué punto la información que nos llega es de nuevo toda la que se desea conocer, o como siempre ocurre, una pequeña porción más de realidad, aunque eso sí, esta vez un poco más cerca.

Quizás uno de los motivos que ha llevado este fenómeno a tan altísima popularidad es la forma en que la ciudadanía se siente participe de un hecho de tal trascendencia donde su voz puede generar eco aunque sea por la participación en un foro, en un blog, o en un simple comentario de no más de 250 caracteres en una red social

Además, la respuesta social de los seguidores de Wikileaks ante el cierre de la página, tras la cual, numerosos fans han reinventado la versión de forma ilegal en la red, hace que sintamos que Internet ha modificado por completo las formas de vivir en un mundo en el que antes se nos informaba de lo que se quería y ahora somos capaces de informarnos unos a otros por un espectro que escapa a los distintos países y para el que es muy difícil el control.

Sin embargo, los periodistas, en su nueva versión de informadores deberían de lograr que esa abundancia de información se sintetizara en un análisis de calidad por el cual el ciudadano no sólo logre estar bien informado, sino que además aprenda a desechar por sí mismo lo que en una red tan amplia no sea válido.

La prensa ahora tiene también el deber de traspasar las fronteras idiomáticas para llegar a todos los lectores que lo necesiten, buscando las fórmulas necesarias que permitan la mejora de la calidad de la información sustentada por las nuevas políticas de publicidad en la red sin que se resienta la validez de las informaciones, que, tras el caso de Wikileaks queda vigente que son demandas de forma masiva por un público ávido de conocimiento, y que cada vez más y por ello consta de un mayor nivel cultural capaz de desvelar los secretos más ocultos de un gobierno tan desarrollado como es el de EEUU.

Borja Echevarría imparte una conferencia sobre Wikileaks en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias de la Comunicación



A las seis de la tarde quedamos para debatir lo que horas antes, apenas tres, habíamos presenciado en la charla de Borja Echevarría, actual subdirector de el diario El País y responsable de comunicación de elpaís.com.

No había un acuerdo claro.

Unos decían que se avergonzaban de la actitud de los asistentes, después de que en varios momentos se generaran diversas tensiones en el aforo como consecuencia de las declaraciones del ponente sobre el uso que le estaba dando su periódico a los más de 250.000 documentos que tenían en su poder gracias a la fundación de Wikileaks.

Otros por el contrario, se mostraban a favor de los abucheos del público, cuando uno de los asistentes pedía el turno de palabra para dirigir un proyectil hacia Echevarría, quién se defendía con una serie de palabras que sólo una persona con excelentes dotes comunicacionales y una amplia experiencia sabría defender.
Pero en definitiva hubo algo que marcó toda la charla y es que los jóvenes de hoy, a diferencia de los que piensan las diferentes generaciones existentes, tienen pensamiento, palabra y opinión, y de eso se dio cuenta en buena parte todo aquel que presenció la escena.
El diario El País, bajo su máximo representante llegó a afirmar que de los cables que poseen, tan sólo un 1% aproximadamente iba a ser desvelado. Los motivos, en parte relacionados con la seguridad país, así como en la propia seguridad de muchos de los que aparecen en dichos cables, eran válidos, pero no suficientes.
Decía que además la falta de tiempo y de personal sumada a la gran cantidad de material hacía imposible mostrar más de lo que ya se estaba dando.
El público indignado preguntó una y mil veces por qué no compartían los cables con otros medios y él respondía que al fin y al cabo, El País no dejaba de ser una empresa más y que como tal, no podía dar a los competidores algo que pudiese finalmente rebotar en su contra.
Por otro lado, fueron muchos los que se atrevieron a preguntar cuales eran los criterios seleccionados a la hora de decidir que se publicaba y que no, y cómo sabía el lector que los cables seleccionados eran los más importantes elegidos entre los 250.000 existentes así como por qué ninguno hacía alusión a los propietarios de los propios medios quienes en definitiva tenían un contacto enorme con las Embajadas y los Gobiernos extranjeros, por lo que se sabía que habría información casi con una seguridad del 99%.
Ninguna de estas preguntas fueron respondidas o al menos, no con la verdadera respuesta que esperaba un público con la mente llena de una información bajo el fenómeno Wikileaks que según Echevarría no es no es sinónimo de periodismo pero que sí forma parte del nuevo ecosistema informativo, pese a que para buena parte del público sí parecía serlo y que en definitiva, nuevo periodismo o no definitiva estaba cambiando las formas de entender la profesión así como las normas de uso con respecto a la información oculta y las fuentes.
En este sentido el periodista dejó claro que las Nuevas Tecnologías ponen contra las cuerdas a los poderes establecidos y que las Redes Sociales no sólo sirven para enviar mensajes, sino también para cazar contenidos interesantes que dice la gente.
Cinco periódicos tenían la primicia, tan sólo cinco podían hablar sobre el tema en todo el mundo, teniendo en cuenta la polarización existente en España, ¿cómo tener la certeza de que si dichos cables hubiesen llegado a el diario El Mundo, en lugar de a el diario El País, habrían seleccionado la información relevante con los mismos criterios?
No lo supimos, ni lo sabemos ahora. Sólo tenemos lo que se nos ha dado. Lo que al juego de intereses de unos pocos conviene explicar, convirtiéndonos en sus dóciles marionetas de la información cuyos brazos se mueven a su merced.
Decía Echevarría que le parecía muy extraño que uno de los mayores miedos de los periodistas según el Informe Anual de la Profesión (proveniente de nuestra propia Facultad y dirigido por Pedro Farias) era el ‘intrusismo’.
Quizás él tan sólo pensó en la gran cantidad de personas que trabajan en un medio sin haber obtenido ninguna formación para ello.
Quizás lo que nosotros pensamos es en la posible negativa por parte de los medios de contratarnos a para trabajar por un periodismo real en el que se cuente y se informe de toda la verdad, independientemente de las ganancias o de la ideología del mismo, sustituyendo a los más de 70.000 licenciados sólo en España, por cualquiera que sea capaz de copiar teletipos, o de sentarse en una mesa de magazine a hablar por hablar.

jueves, noviembre 25, 2010

De cajas tontas




El otro día encendí el televisor y vi a cuatro jóvenes peleando por un hombre bajo la atenta mirada de una señora haciendo ganchillo.

No me escandalicé.

La televisión está para eso, para entretener, y la mujer que hacía ganchillo parecía pasarlo en grande, como también parecía que lo pasaba el resto del personal que pude ver en mi pantalla. Apagué el televisor.

Dos días más tarde lo volví a intentar, ¡qué cosas! hacía tiempo que ya ni anhelaba su susurro, su compañía, mientras yo me dedicaba a otros menesteres, pero aun así me armé de valor, y la encendí. Era jueves mediodía, y en una mesa había aproximadamente unas diez personas, celebrando no se qué cosa, entre chistes y bromas, que también parecían estar muy entretenidos. La volví a apagar.

¿A mí que me importa? Quiero decir exactamente ¿Qué función está ejerciendo esa gente ahí? Se les paga ¿por comer? ¿Por no tener nada que decir? ¿Por rellenar un espacio? Para eso que contraten a la bruja Lola, que al menos interactúa con su público, ejerciendo más bidireccionalidad con su lectura de cartas que cualquiera de los canales que actualmente emiten en España, y que por cierto cada vez que se me ocurre encender el televisor son más…más de lo mismo.

La televisión ha ido cambiando a lo largo del tiempo, empezó mal, para no acabar mejor. En un primer momento el régimen franquista instauró TV1, convirtiéndose junto a TV2 en la única oferta televisiva.

La información venía dada en unos espacios que las gente conocía como ‘partes’, y obviamente eran un reflejo de aquello que el régimen quería contar invadidos por la censura.

En numerosos países ocurrió de la misma forma, como en Alemania, donde la televisión fue concebida como una herramienta propagandística clave desde el momento de su instauración.

Más tarde, con la ley de Privatización de la Televisión en el año 1988, TVE 1 empieza a competir con un alto número de canales por la publicidad, hecho que no se daba en otros países donde la televisión pública era un ente independiente financiado por el Estado.

De esta forma TVE1 ha de competir con el resto por ganar un share que sólo conseguirá si ofrece algo parecido a los demás, lo cual, empobrece en cierto modo sus contenidos, ya que el resto ofrece algo que fácilmente podría ser calificable como telebasura.

El problema real llega cuando esa telebasura inunda los informativos de todas las cadenas de forma que informarse por la televisión sobre la realidad tanto a nivel estatal como mundial se convierte en algo parecido a ver un magazine de variedades en las que todo cabe.

Y es que mientras nuevos conflictos armamentísticos aparecen a lo largo y ancho del territorio terrestre los informativos de las cadenas se empeñan en ofrecernos la última canción de Julieta Venegas, la cartelera del cine, o nos recuerdan que en invierno hace frío y en verano calor. De hecho, parece ser que no hay mejor cada día que dedicarle 5 minutos de informativo para mostrar los termómetros bajo cero y las olas gigantes de Galicia cuando poco de novedoso se puede observar en esta información mientras que sólo en Europa viven en la pobreza 80 millones de personas (y sí, he dicho sólo en Europa).

Buena nota podrían tomar los informativos de gran parte del mundo de algunos ejemplos existentes en el extranjero como es el caso de la BBC, formada como un ente totalmente independiente cuyas máximas están en ofrecer imparcialidad con respecto a los hechos que se narran, transpariencia, precisión mediante una buena contrastación de los datos, responsabilidad e independencia, sin duda ésta última la característica que la posiciona como una de las cadenas de mayor calidad.

Su principal baza, el hecho de autodefinirse como independiente llega hasta extremos a los que pocos llegarían, como la realización de un telediario íntegro sin mencionar palabra como reacción ante una imposición de censura que les llegó por parte del Gobierno.

No se callan, no se venden, transmiten la realidad, o al menos lo que perciben como tal sin atender a terceros, sin la presión de un share que los empuja a decir lo que todos cuentan, y transmitiendo en definitiva lo que realmente haya que saber.

El reto ahora es exigir lo que otros ya tienen. Se puede permitir una programación poco decente, se puede soportar que ahorren mediante espacios en los que se paga a diez personas por pasar un buen rato hablando de nada, pero no se puede tolerar una información centrada en intereses económicos que llega a anunciar coches como noticias, o noticias de coches, vete tú a saber, mientras un público absorto consume su almuerzo, y es que mientras el informativo elegido ha preparado para ti una noticia sobre un concierto de Shakira y tres sobre el salón del automóvil, un brote de cólera está arrasando a la población de Haití después de que un terremoto no hace tanto lo destruyera absolutamente todo.-

domingo, noviembre 21, 2010

Admundi invita a los estudiantes de la UMA a participar en un programa de voluntariado bajo el eslogan “No eres lo que piensas, sino lo que haces”

  
Miguel Caffarena, responsable de comunicación y cofundador de Ad mundi presentó el pasado martes el programa de la ONG, así como todas las formas de colaboración en las que los estudiantes de Ciencias de la Comunicación, Ciencias de la Salud y Ciencias de la Educación pueden participar.


Los diferentes proyectos, por los cuales el alumnado se beneficia además con créditos de libre configuración, estarán destinados a difundir y consolidar la ONG, potenciando la comunicación no sólo interna, sino haciendo hincapié en llegar a toda la comunidad local.

De entre estos proyectos destacan ‘La vida en latas’ un proyecto conjunto de comunicación y sensibilización de asociaciones y ONG`s malagueñas que pretende mediante la distribución de reportajes, entrevistas y artículos a los diferentes colegios y empresas de Málaga sensibilizar a la población local de la actividad social existente en su provincia.

Por otro lado Admundi está produciendo un largometraje de ficción, “Sofía y los mensajeros del Multiverso que cuenta la historia de una niña que queda muy afectada ante las injusticias del mundo y ante la pasividad de los “mayores” ante los problemas, por lo que decide pedir ayuda a los extraterrestres.

Además también incluye un programa contra el tabaco que pretende concienciar a los fumadores de los verdaderos intereses que se esconden tras esta droga, para posteriormente invitarlos a abandonarla.

En todos estos proyectos cualquier persona que lo desee puede participar como también puede hacerlo en las actividades para colegios ó en la comida solidaria anual Admundi destinada a recaudar fondos para la organización.

Admundi, es una asociación sin ánimo de lucro y aconfesional fundada hace cuatro años por un grupo de personas de distintas ramas profesionales, tales como la salud, la arquitectura, el arte, la educación, la psicología y la cooperación internacional que trabajan de manera voluntaria y profesional.

Las mayores trabas de la organización a la hora de comenzar con el proyecto fueron de tipo administrativo. Sin embargo en tan sólo cuatro años Admundi ha consolidado proyectos en Marruecos, Mali, Burkina Faso, Togo y Perú, apostando en este último por el “fortalecimiento de la seguridad alimentaria de la población vulnerable en comunidades rurales”.

Caffarena además hizo hincapié en la necesidad de consolidar los proyectos ya que “de nada sirve construir y marcharse de la zona”. De esta forma el cofundador de la ONG invitó a todos los asistentes a la participación en Admundi, o en cualquier proyecto social recordando además que “cada día nacen 100.000 niños en el mundo, mientras que cada 4 segundos muere uno de ellos”.

Si estás interesado/ en participar en cualquiera de los proyectos contacta con la organización a través de su página web www.admundi.org

jueves, noviembre 11, 2010

España, país de pandereta

Es curioso, y no es publicidad lo que voy a decir a continuación pero si ponemos en Google la combinación de palabras “España país de (…) las sugerencias de búsqueda son realmente interesantes.


En primer lugar, aparece „España, país de pandereta‟, seguido de „vagos‟, „ladrones‟, e incluso de España país del tercer mundo‟, lo cual parece ser una idea bastante generalizada en numerosos países donde el poder se concentra en mayor medida a la hora de posicionarse en la escala internacional de países con influencia, pero, ¿qué es exactamente un país del tercer mundo o subdesarrollado?

Desde que en el año 1949 el presidente H. Truman en su investidura dividió el mundo en países desarrollados, o subdesarrollados el panorama internacional cambió sustancialmente hasta el punto de convertir a millones de personas en ciudadanos de „primera‟ o de „segunda‟ que no fue más que la división entre países ricos y pobres, con la desacertada propuesta consiguiente de „convertir los países subdesarrollados en desarrollados mediante técnicas capitalistas, algo que a ojos de Occidente, y sólo a ojos de Occidente, era lo correcto”.

Fue unos años después cuando España se dejó de sentir parte de ese “panorama de segunda” con el inicio de la Transición Española tras la muerte de Franco, algo que algunos creen que ocurrió hace miles de años, pero que nos acompaña tan cerca que determina inconscientemente muchísimas de las pautas habituales de la ciudadanía.

¿Pero en qué notamos todo esto? Creemos que España es un país moderno, cosmopolita, a veces incluso olvidamos que nuestros propios abuelos vivieron una guerra, o que durante muchos años se pasó hambre, lo cual modificó la conducta de numerosas personas que ahora nos ven y creen que sólo sabemos derrochar. Creemos que el nivel de vida actual es el correcto, donde la adquisición de un coche de alta gama teniendo otros tres es necesario, una casa con cuatro baños para dos personas es super cool, y donde la tele de plasma es ideal, y al poder ser con 3D para luego ver películas que no constan ni de esa característica y por favor, que sean cuatro que “a mi marido le gusta ver el futbol los domingos y a mí no”.

Nos sentimos modernos porqué llevamos siéndolo treinta años, y al parecer eso da para mucho, aunque en la actualidad ese periodo de tiempo no da ni para que un joven del 2010 se independice.

En Suecia, Holanda, la televisión emite un número de noticias mayor, (noticias de verdad) los periódicos se venden por miles, y las conductas culturales nos sobrepasan tanto en cantidad como en calidad.

Algunos se escudan en el clima, “claro es que en España se está mejor en las terracitas del bar”, y por el norte de Europa con el frío que hace es mejor leer libros en casa" pues ni aun así, ya que ellos tiene hábitos tan parecidos en cuestiones de tiempo libre como dispares a la hora de elegir buenas cadenas de televisión para el entretenimiento, o de comprar periódicos para informarse diariamente.

Como consuelo decir que el hecho de que la programación gire en torno a si Belén Esteban tiene cuernos o no como contraataque hacia cualquier cadena de televisión no es sólo propio de España, sino en sí de todos los países clasificados según Hallin y Mancini en el modelo pluralista polarizado se da también en otros países teniendo éste como característica principal un desarrollo de la prensa más tardío como consecuencia de largas dictaduras que dieron como resultado menor desarrollo de la prensa, que para cuando pudo emerger, hubo un medio más hipnotizador, (la televisión) que le robó totalmente el protagonismo.

Lo que sí es cierto es que no porque exista un condicionamiento histórico debemos conformarnos con lo que se nos da. Está claro que con el desarrollo de las nuevas tecnologías y a la velocidad que se transforman sería difícil vivir ahora una experiencia como las de países de sistemas que viven con el modelo atlántico europeo, donde los hábitos culturales son una realidad cotidiana que los acompaña cada día. Pero dado que aquí se empeñan en que sólo seamos España, un país de pandereta, quizás deberíamos nosotros aprovechar con todas las posibilidades que nos plantea internet para plantarle cara a todos aquellos a los que les conviene esa situación de déficit cultural para el fácil dominio donde la conformidad por parte de los ciudadanos con respecto los contenidos como con los políticos que les gobiernan sólo viene regida por la capacidad de crédito de nuestras cuentas bancarias que nos permita adquirir dos televisores por hogar.

sábado, octubre 30, 2010

Sueños con sabor a calimocho

Se levanta el veinteañero como cada mañana con su maleta de sueños cerrada y un amargo sabor a calimocho.


No madruga, puesto que no lo necesita, no tiene donde ir, en la cama se está a gusto, y mamá quizás haya preparado ya el desayuno.

Lo hace así a diario, como otros 200.000 jóvenes sólo en nuestra provincia que no tienen como diría mi abuelo ‘ni oficio ni beneficio’.

Jóvenes de 16 a 30 años que cada día deambulan por la calles sin un objetivo más que el de llegar pronto al Inem para, con un poco de suerte, esperar el menor rato posible en una cola que culmina con un curso de FPO o un’ vuelva usted mañana".

Y así el lunes, el martes, el miércoles, posiblemente el jueves, y quizás el viernes no,’ ya si acaso el lunes que viene’, estupendo, conformista, cómodo y fácil, que es lo que se estila.

¿Dónde están? Quiero decir, ¿Dónde están las generaciones de jóvenes que salían a la calle a gritar, a movilizarse, a manifestarse?, ¿Estarán en Gran Hermano? Probablemente no estén ahí, pero en ese caso, ¿dónde se encuentran?

No existen. Los medios, la sociedad, la política, los ha eliminado. Conviene más que vivan su vida en silencio, en su casa, con una preocupación mayor sobre si se podrá fumar en el bar, o hacer botellón en “los Curas”, que en sí de donde sacarán el dinero para el paquete de tabaco. Conviene más que sueñen con que algún día les tocará la lotería, o el paro por sí sólo desaparecerá, sin que muestren un mínimo de interés por los políticos que favorecen o no la creación de ese empleo que no llega.

Son capaces de revelarse contra leyes anti botellón, pero no lo son para cosas tan trascendentales como su propio futuro.

Hace una semana que asistimos a un nuevo cambio en el rumbo político, donde Valeriano Gómez acoge el poder de un Ministerio de Trabajo a la deriva. Se enfrenta de esta forma a una sociedad adormecida, donde los jóvenes no luchan debido a la resaca y los mayores, en muchos de los casos ya tienen la vida resuelta.

Esperemos que él tenga más iniciativa que la propia sociedad quién soluciona todo desde casa con un mando del televisor donde vuelcan sus críticas e ideologías según la cadena que escogen, lo cual en realidad nunca llega a producir ningún cambio en los Ministerios, tan sólo en el share de las distintas cadenas que además, tiene mayores preocupaciones por la emisión de determinados programas que por los ciudadanos a quiénes prestan un supuesto servicio de "información".

miércoles, octubre 27, 2010


Son las ocho de la mañana, y mientras desayuno, observo detenidamente la etiqueta de mi jersey, “made in India”. Poco después, animada por la curiosidad, busco en el reverso de mi camisa, donde puedo leer “Made in Indonesia” y, desconcertada ya, compruebo como no llevo nada puesto que no se haya fabricado en un país de los que la gente se empeña en llamar subdesarrollados, o en vías de desarrollo.


Continuo mi día detectando que la taza del desayuno, el secador, el microondas, así como todo lo que toco o me rodea, está fabricado fuera, y es entonces cuando me pregunto ¿por qué todos los países que cuentan con las mayores industrias viven en la pobreza? ¿cómo es posible que se viva mejor en países donde apenas quedan recursos naturales y la industria se ha desplazado?

La respuesta nos la da la palabra Neocolonialismo, si, una palabra que como su propio nombre indica nos informa de la existencia de una nueva forma de someter a los países en vías de desarrollo bajo nuestros intereses, al más puro estilo del colonialismo de los siglos anteriores.

Si bien es cierto que ya poco queda del hombre vestido en plan “misión safari”, con sus cuadras y reglas pertinentes para partir un país cual tarta de cumpleaños, el colonialismo sigue ahí, perdura camuflado.

Hace ya muchos años desde que los países colonizadores permitieron la independencia de los asiáticos y africanos. La mayoría de estos eligieron sus formas de gobierno, o al menos, creyeron elegirlas, pero se convirtieron en fuertes regímenes socialistas, dictaduras etc. que sólo consiguieron mantener el orden económico vigente, sin que apenas se percibiesen cambios.

Las líneas trazadas por los que realizaron el reparto, trajeron consigo múltiples guerras etnológicas, por los que los Estados poco se han preocupado del bienestar de sus ciudadanos, ya que tenían la cabeza ocupada en sus propias batallas personales al tiempo que se les hace creer que ya constan de opinión en el panorama internacional.

Los países del primer mundo somos hipócritas cuando los “ayudamos” sometiéndoles a nuestro antojo, arrebatándoles sus recursos, explotándoles con fábricas donde la mano de obra es pagada míseramente, vendiéndoles nuestros productos hechos con su materia prima a precios altos, y en definitiva “colonizándolos”, o “neocolonizando” que suena más moderno, pero que para el caso es lo mismo.

El neocolonialismo supone la continuidad del control de las economías, la política, el comercio internacional de las metrópolis sobre las antiguas colonias, ligado también al endeudamiento tras la crisis del petróleo de los setenta, que corta radicalmente los procesos de modernización de estos países.

Estos factores, estrechamente ligados al traslado de nuestra industria a esos países para abaratar nuestros costes sin que les aporten a ellos ningún beneficio son los que te hacen reflexionar a veces sobre la compra de esas prendas u objetos, fabricadas por esas personas a las que no dejamos levantar cabeza, ya que se está más cómodo impidiendo su bienestar y viviendo nosotros bien. Se está más cómodo en definitiva viendo el telediario cada día y haciendo zapping en los momentos en los que aparece algo que no nos gusta relacionado con el hambre, la sed, la enfermedad, sin darnos cuenta de que las piezas del televisor donde emiten ese telediario fueron en definitiva piezas “made in…”.

martes, octubre 26, 2010

Pensamos

Desde su rápida expansión a nivel mundial tras su surgimiento en 1969 con la red ARPA, Internet ha revolucionado la forma de comunicación de todo el mundo, de ahí a que surjan numerosos términos relacionados con esta explosión de información, que ha generado conceptos como aldea global, brecha digital y que a su vez ha permitido el intercambio de conocimiento de unas sociedades a otras de una forma instantánea.


Es por ello que numerosos teóricos ya hablan de una nueva Revolución, como ya ocurrió con anterioridad en Francia o Inglaterra, pero que no es tan equiparable a éstas al tratarse de un movimiento mayor, que une ya a millones de personas bajo unos mismos pensamientos, formas de ocio, de conocimiento, etc.

Se trata en definitiva de la toma del poder por parte de los ciudadanos, en un proceso que se aproxima más a la Democracia tras la bidireccionalidad por parte de un receptor que ahora se manifiesta y habla.

En un principio, dicho receptor, inofensivo de forma individual no parece ser peligroso para las grandes empresas, para los dirigentes etc., sin embargo, dicho individuo puede llegar a tener repercusiones infinitas gracias a la red, donde volcar una crítica puede llegar a eliminar la buena imagen de una empresa, como sucedió con HP hace unos años.

De esta forma ya existen gabinetes informativos que se encargan de solucionar las crisis que la opinión
de un único usuario puede llegar a generar a través de cualquiera de las múltiples redes sociales, foros, blogs personales, etc. de especial éxito en la actualidad, como Facebook, Twitter, Tuenti, ó Blogger, que además nos permiten compartir imágenes y conocimientos en una red que nos permite tener una visión de la sociedad y del mundo que nos rodea tanto de forma globalizada como glocalizada.

El nuevo reto tras diversos informes como "Un sólo mundo, voces múltiples" más conocido como Informe McBride está en llegar cada vez más lejos eliminando esa brecha digital que no es más que una auténtica brecha socioeconómica en esos países que Occidente se empeña en denominar subdesarrollados.